Queremos cambiar, buscamos un atajo, no sospechamos de nosotros mismos en la idealización de los caminos cortos y el resultado; no logramos cambios ni en el corto ni el largo plazo. Cambiar es generalmente el resultado de experiencias, aprendizajes, errores, aciertos,… Es vital reconocer el carácter espiralado del aprendizaje (como ya Comenio, 1658, nos enseñó) y sus ejes: inteligencia-capacidades cognitivas, conocimientos previos, experiencia en el saber aprender, motivación –condición excluyente-; Junto a otros: madurez, motricidad, actitud proactiva, son estándares a veces olvidados.
En mi visión del aprendizaje a Cerebro integral centrado en Valores, propogo integrar tres etapas en el desarrollo de la persona: a. la información, b. el aprendizaje, y, c. la transformación (Manuel Contreras, 2005). Al aprender conocimientos técnicos (Matemática, Word, Power-Point) desde la postura meramente intelectual de comprender y practicar hemos sido exitosos. Hemos creído que con solo integrar conocimientos intelectuales era probable cambiar actitudes.
En el campo de las actitudes nos encontramos con ingredientes a veces olvidados en la educación de adultos como las emociones (Leamnson, 2000; Dirkx, 2001 y Hill, 2001), la visión sistémica del ser humano y el cuerpo (R. Echeverría, 2002; D. Goleman, 1995; H. Maturana). El Papel de las emociones en la construcción del proceso de la Memoria (D. Cardinali, 2004; A. Damasio, 2000).
El papel del cuerpo como el centro del procesamiento y alojamiento de las emociones y de su historia en cada persona (A. Lowen, 1980; P. Levine, 1991-2008-2010). El inconsciente colectivo que no solo se encuentra en nuestros procesos psicológicos sino corporales también (C. G. Jung, 1930). El concepto de sombra (C. G. Jung, 1930), las partes más difíciles de abordar reconocer y trabajar, se niega, se oculta. Anima y Animus (C. G. Jung, 1930), lo femenino y lo masculino en cada uno; aquellos aspectos de mi persona que otros pueden percibir como peligrosas o inapropiadas (Paradigma: el presidente de una empresa no es una persona sensible).
Esta red sistémica y multirecursos es la forma en la que cada persona va logrando cambios y aprendizajes, aprendizajes y cambios de actitud.
El rol de aprendizaje en la acción para poner todas estas variables en escena es central. De toda mi experiencia como coach, en centros de capacitación corporativos, dictando cursos a variados públicos, en conferencias, en las cátedras de la universidad, aprendiendo yo misma a cambiar los resultados más poderosos han venido de lo que se experimenta por uno mismo.
Es así que se pone en la cancha la persona en su totalidad: cuerpo, emociones y palabra (R. Echeverría, 1990).
Cristina Oneto
“Escucho y Olvido; Veo y Recuerdo; Hago y Comprendo” - Confucio
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