G. B. Shaw escribió una obra de teatro llamada Pygmalión inspirado en el personaje de la Mitología Griega que se enamora tan profundamente de una escultura, que logra darle vida con su amor.
Shaw en su obra muestra como dos hombres apuestan a que se puede convertir en Dama a una vendedora callejera Elisa Doolittle (por fonética si lo traducimos: hace pequeño).
Este es el llamado efecto pygmalión o efecto Rosenthal. Si dicen que es una dama y le enseñan a ser una dama, ella lo es.
Como el Teorema de Thomas ("si una situación es definida como real, esa situación tiene efectos reales").
Otra forma de visualizar este mismo fenómeno es la profecía auto-cumplida negativa que se cumple. Este empleado nuevo nunca va a comprender cómo se atiende a un cliente por teléfono frente a las quejas del servicio. Y efectivamente núnca lo logra...
Los alumnos no aprenden, no van a llegar a fin de año con todo el contenido de la materia.
Nuestras expectativas, pensamientos y dichos generan futuro y realidad.
Cuando son positivas generan un resultado positivo, aprenden rápidamente. Cuando son negativas lo contrario....
Cómo distinguir mis expectativas de los juicios fundados?
Cuál es el justo equilibrio en el cual doy juicios de mejora a una persona, alumno, empleado, jefe... y no caigo en hacerle un efecto Pygmalión!?
Siempre recomiendo una receta de años que la llamo "el secreto del peaje".
De eso escribiré la próxima!
Me encantó este post.!! Creo fielmente en lo que has expuesto y en el "Efecto Pygmalion", creo que también es llamado fe... Nosotros en gran parte responsables de nuestra realidad, la clave siempre estará en pensar positivo y actuar conforme a eso. Excelente tu blog.!!
ResponderBorrarGracias! por seguir el blog y por regalarme tus comentarios! Abrazo!
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